Se utilizan pruebas de lectura, reconocimiento de palabras (imágenes), ortografía y pruebas de ortografía sin palabras, así como una variedad de pruebas fonológicas. Todos los escolares daneses se someten a una prueba de detección realizada por los maestros, quienes usan los resultados para revelar cualquier dificultad de lectura o escritura. Hay un sistema codificado por colores de "gravedad de la dislexia", que va desde "verde" (dislexia leve) pasando por "amarillo" (dislexia moderada) hasta "rojo" (dislexia grave).